Las campañas
en varias ciudades del país para dejar los sorbetes de plásticos a un lado y
dar paso a productos amigables con la naturaleza les ha sido beneficioso para
la Asociación “La Noble Guadua”, integrada por jóvenes comuneros de Olón.
Los
artesanos de forma muy meticulosa empieza a cortar los pequeños canutos de caña
verde, cada uno de 20 cm, les pasan lija, luego los limpia y a continuación los
hierve, después los traslada a un pequeño horno donde entrarán al proceso de
secado.
En estos
días los pedidos de sorbetes de caña han aumentado y se están entregando unos
3.000 sorbetes al mes, la mayoría se llevaban para Galapagos, pero también se
venden para los restaurantes de Quito, Cuenca y ahora Guayaquil.
Los sorbetes
de caña tienen un costo de $ 0,50, pero también pueden ser personalizados o ir
con el logotipo de alguna empresa o como el cliente elija, para aquello los
artesanos peninsulares han adquirido una máquina de impresión láser, en este
caso cada sorbete cuesta $ 0,80.
El
confeccionar sorbetes de guadua no perjudica al ecosistema es que estos se
obtienen de las ramas de las matas de caña que de manera obligatoria deben ser
podadas y son los desbrozos que servirán para los canutos.
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