Gina Jaén Celi le
prendió tres velas a la imagen de la Virgen del Cisne, al encender la primera
pidió por la salud de su familia; en la segunda, para que siempre haya trabajo
en su finca y la tercera, por el pueblo en donde reside.
La mujer es hija de
padres lojanos, habita en la población de San Vicente de Loja, sector ubicado a
diez kilómetros de la población de Olón hacia el interior de la
cordillera, recinto que la tarde del domingo recibió a la imagen de la
“Churonita” que llegó desde el Santuario de la Virgen del Cisne de Loja.
“Es una enorme
bendición que nuestra santa madre venga hasta aquí, siempre la quisimos tener y
hoy se nos cumple un sueño de toda la vida”, decía emocionada Jaén Celi,
mientras se hacía la señal de la cruz frente a la imagen de la virgen.
Atrás de Jaén Celi
estaba Vicente Márquez Flores, otro lojano que derramando lágrimas acudió
lentamente hacia a la “Churonita” para agradecerle por el milagro de devolverle
la salud, “madre no fue en vano mi visita el año pasado a tu santuario, aquí me
tienes recibiéndote en mi pueblo”, expresó el devoto en voz alta.
Como Jaén Celi y
Márquez Flores, todos los ciudadanos de raíces lojanas que residen en San
Vicente de Loja, junto a cientos de peninsulares y de otras provincias
participaron de la procesión de bienvenida a la imagen de la Virgen del Cisne.
La manabita, Erika
Briones, también habita en este pequeño recinto, se volvió devota de la
“Churonita” a su llegada al lugar hace más de una década, su amor hacia la
virgen creció cuando uno de sus hijos sufrió un accidente con quemaduras de
tercer grado.
Las imploraciones
hacia la virgen de Briones y su esposo José Zamora, fueron tantas que cuando su
vástago se recuperó, en honor a la santa construyeron una gruta en su finca, la
réplica que poseen la llevaron al encuentro con la esfinge que arribó de Loja
para que reciba la bendición.
“La iglesia resultó
pequeña para recibir a tanta gente, es la devoción de un pueblo que sigue a
nuestra reina madre en la advocación de la Virgen del Cisne, actos como lo
vivido hoy renuevan la fe católica y le viene muy bien a la península que
recibirá muchas bendiciones”, señaló el sacerdote Gustavo Roso.
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